La presencia del ser humano en los alrededores de Tella puede ser remontada hasta la prehistoria mediante ciertos vestigios que han perdurado hasta la actualidad, entre los que destacan el yacimiento de Coro Trasito y el Dolmen de Tella.

El megalito, también conocido como Losa La Campa, se encuentra próximo a la carretera que lleva hasta Tella, poco más de un kilómetro antes de que se alcance la población. El camino de aproximación hasta el dolmen presentaba una bifurcación en la que uno de los ramales, que pasaba tangente al megalito, era la opción preferida de los visitantes al resultar la más directa. El uso cuasi exclusivo de este atajo, en concomitancia con la pendiente natural del terreno en ese punto, produjo una erosión continua del suelo y el desfalque progresivo de algunas piedras del dolmen, un deterioro constante en el entorno inmediato del BIC y una amenaza para su correcta preservación. La capa de tierras perdidas era de al menos 40 centímetros.

La autoridad municipal planteó la necesidad de mitigar el deterioro del Dolmen manteniendo su vista libre como hasta entonces. Se propuso la anulación del ramal del camino que servía como atajo realizando una aportación de tierras que devolviera las rasantes antiguas a los flancos sur y este del dolmen y con la que se esperaba que se minorara la erosión. La contención de las tierras restituidas se efectuó con piedras del entorno apiladas a modo de escollera vertida, sin formar muro y cubiertas por la propia tierra, reproduciendo una margen ataluzada como las del entorno. Las piedras se señalaron con un taladro para su futura identificación arqueológica.

Como complemento a la obra se organizó el estacionamiento de diez vehículos y se habilitó una zona a la sombra de una agrupación de pinos para realizar talleres al aire libre o servir de merendero. Se emplearon bloques de piedra, además de por ser naturales y con reducido mantenimiento, con la voluntad de que el visitante pudiera sentir el peso y la naturaleza de los bloques e imaginar estas cualidades en aquello del Dolmen.